Dios espera que el esposo honre a su esposa. El esposo debe tener muy en cuenta las necesidades de ella. Este es un asunto muy serio. Si él no trata bien a su esposa, puede que Dios no escuche sus oraciones (1 Pedro 3:7). Dios no piensa que los hombres sean más importantes que las mujeres. Para él, todas las personas que lo aman son valiosas.La Biblia los insta a morar con sus cónyuges “de acuerdo con conocimiento, asignándoles honra como a un vaso más débil” (1 Pedro 3:7 ;Hechos 28:10; 1 Pedro 2:7).
¿En qué sentido, entonces, es la mujer “un vaso más débil”? Pedro se refería posiblemente al hecho de que, por término medio, es de menor tamaño y posee menos fuerza física que el hombre. Además, en nuestro estado imperfecto, el maravilloso don de la procreación le supone un considerable desgaste. La mujer en edad fértil sufre molestias físicas periódicas. Es obvio que requiere atención y consideración especial cuando pasa por esos momentos o por la agotadora experiencia del embarazo y el parto. El hombre que honra a su esposa y reconoce que ella necesita apoyo contribuye muchísimo a la felicidad del matrimonio.Por eso, los varones cristianos —tanto si están casados como si piensan casarse— hacen bien en analizar la manera como Jesús trató a las mujeres. Él no solo las incluyó en el grupo que lo acompañaba durante su ministerio, sino que también las trató con bondad y respeto. En una ocasión les hizo una impactante revelación antes que a nadie y les encargó que contaran lo sucedido a los hombres (Mateo 28:1, 8-10; Lucas 8:1-3).
El hombre que honra a su esposa nunca la somete a agresiones físicas ni a trato humillante o despectivo que la haga sentir inútil. Por el contrario, reconoce su valor, la trata con respeto y demuestra por sus palabras y acciones, tanto públicas como privadas, que la considera valiosa (Proverbios 31:28). De esta forma, no solo se gana su cariño y respeto, sino algo más importante: la aprobación divina.
22/04/2022 a las 5:03 AM
Dios espera que el esposo honre a su esposa. El esposo debe tener muy en cuenta las necesidades de ella. Este es un asunto muy serio. Si él no trata bien a su esposa, puede que Dios no escuche sus oraciones (1 Pedro 3:7). Dios no piensa que los hombres sean más importantes que las mujeres. Para él, todas las personas que lo aman son valiosas.La Biblia los insta a morar con sus cónyuges “de acuerdo con conocimiento, asignándoles honra como a un vaso más débil” (1 Pedro 3:7 ;Hechos 28:10; 1 Pedro 2:7).
¿En qué sentido, entonces, es la mujer “un vaso más débil”? Pedro se refería posiblemente al hecho de que, por término medio, es de menor tamaño y posee menos fuerza física que el hombre. Además, en nuestro estado imperfecto, el maravilloso don de la procreación le supone un considerable desgaste. La mujer en edad fértil sufre molestias físicas periódicas. Es obvio que requiere atención y consideración especial cuando pasa por esos momentos o por la agotadora experiencia del embarazo y el parto. El hombre que honra a su esposa y reconoce que ella necesita apoyo contribuye muchísimo a la felicidad del matrimonio.Por eso, los varones cristianos —tanto si están casados como si piensan casarse— hacen bien en analizar la manera como Jesús trató a las mujeres. Él no solo las incluyó en el grupo que lo acompañaba durante su ministerio, sino que también las trató con bondad y respeto. En una ocasión les hizo una impactante revelación antes que a nadie y les encargó que contaran lo sucedido a los hombres (Mateo 28:1, 8-10; Lucas 8:1-3).
El hombre que honra a su esposa nunca la somete a agresiones físicas ni a trato humillante o despectivo que la haga sentir inútil. Por el contrario, reconoce su valor, la trata con respeto y demuestra por sus palabras y acciones, tanto públicas como privadas, que la considera valiosa (Proverbios 31:28). De esta forma, no solo se gana su cariño y respeto, sino algo más importante: la aprobación divina.
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22/04/2022 a las 8:10 AM
Como ago para estar en un grupo de wasap me gusta mucho todo el contenido de Evangelak ?